Las epistemologías clásicas, como el positivismo lógico o el falsacionismo, nos enseñaron que no existe una lógica o una serie de pasos bien establecidos en el proceso de creación de teorías científicas innovadoras. Esta misma observación bien podría trasladarse y aplicarse a la creación de juegos de mesa. Sin embargo, en ocasiones, tenemos la posibilidad de bucear en los procesos creativos de quienes hicieron de la construcción de mundos lúdicos imaginarios una forma de vida. Recientemente, un nuevo portal web del The Strong National Museum of Play (Nueva York, EE.UU.) puso a disposición del público general, de investigadores y de aficionados, los diarios, la correspondencia, las notas, las descripciones de juegos y prototipos del prolífico diseñador de juegos de mesa Sid Sackson (1920-2002).
Sid Sackson nació en Chicago y durante la Gran Depresión, su padre estuvo buscando trabajo por lo que tuvo que mudarse, de ciudad en ciudad, en numerosas ocasiones mientras el joven Sid hacía amigos que perdía rápidamente. Así entonces, encontró en el diseño de juegos de mesa una herramienta ideal para entretenerse, combatir la soledad y buscar compañía.
Graduado de ingeniero civil, participó en proyectos como el portaaviones Yorktown hundido por un submarino japonés en 1942, el acorazado Missouri donde se firmó la rendición de Japón que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en 1945 y la construcción de las torres del World Trade Center en 1973. Se casó con Bernice Pearl Berdick, en 1941, con quien viviría el resto de su vida en el Bronx en Nueva York, compartiendo la afición de los juegos de mesa y llegando a tener la colección privada más grande del mundo con alrededor de 18.000 juegos de mesa.
A su vez diseñó más de 500 juegos que fueron conocidos a través de revistas, columnas de periódicos y libros hasta que, en 1962, publicó, comercialmente, su primer juego de mesa: High Spirits. El mismo duró muy poco en el mercado y a juicio del propio Sackson fue arruinado por el editor al transformarlo en un mediocre juego infantil. Posteriormente, junto a su amigo Alex Randolph, comenzaron a crear juegos de mesa para la marca 3M. Uno de los más famosos e innovadores fue Acquire (1964), un juego donde cada jugador invierte estratégicamente, en negocios hoteleros, tratando de obtener las máximas ganancias. A medida que los hoteles crecen con la colocación de piezas, también empiezan a fusionarse, lo que da a los accionistas mayoritarios considerables bonificaciones, que pueden utilizarse para reinvertir en otras cadenas. El estilo de juego de Acquire tuvo un gran impacto en los diseños de Europa siendo la semilla para el surgimiento del género denominado eurojuegos o juegos de estilo alemán, país que comenzaba a ser la meca de los juegos de mesa modernos. Como sostiene Steward Woods, en esencia, Acquire tenía la mayoría de las características que más tarde llegarían a tipificar al eurojuego: un énfasis en el sistema abstracto sobre el tema, un conjunto de reglas relativamente breves y claras, un tiempo de juego acotado y la no eliminación de jugadores.
En los años sesenta, Sackson colaboró con el divulgador y filósofo de la ciencia Martin Gardner, en su columna sobre juegos matemáticos, en la revista Scientific American. Posteriormente dejó la ingeniería para dedicarse exclusivamente a la creación de juegos y publicó, comercialmente, Focus (1981), un juego que había sido descrito en 1963 en la revista antes mencionada. Por su profundidad, Focus se encuentra dentro de la tradición de juegos de estrategia como el ajedrez o las damas y dónde el mismo Sackson se apropió de los materiales de estos juegos tradicionales para definir nuevas batallas en un antiguo campo de batalla de 64 casillas. Este juego ganó el premio Spiel des Jahres al mejor juego del año en 1981 en Alemania. Entre otros juegos fundamentales, de los 50 que se comercializaron de Sackson, encontramos Can´t stop o Basta (1980) donde ideó una interesante forma de usar las probabilidades de dos dados y posteriormente Yo soy el jefe (1994), un juego para perder amigos mientras realizamos las más despiadadas negociaciones. En Argentina, muchos de sus juegos se publicaron sin mencionar su nombre, una paradoja del destino para quien había contribuido tanto en favor de la idea de que el autor de un juego de mesa merecía igual reconocimiento que el autor de una obra literaria.
En 2007, el catalán y divulgador lúdico, Oriol Comas i Coma dirigió una colección de libros sobre juegos en donde se publicó, en español, Un montón de juegos (RBA, 2007), una recopilación que Sackson había realizado hacia 1969 donde describia novedosos juegos de cartas, de mesa y de fiesta creados por él mismo y por los más variados personajes: un crítico de cine polaco, un monje benedictino, dos tejedores de cestos, etc. Este libro todavía puede conseguirse en algunas tiendas de segunda mano.
Sid Sackson tenía como sueño que su enorme colección, que ocupaba cada centímetro de su casa de piso a techo, se albergara en alguna universidad estadounidense o en algún museo alemán, y que él fuera su conservador de por vida. En la década del noventa, su salud se deterioró, víctima del Alzheimer, arruinando el sueño al igual que su colección, que se vendió para hacer frente a los gastos médicos y que finalmente se deshizo en una apurada y caótica subasta poco después de su muerte en el año 2002.
Inmediatamente, su nombre se convirtió en leyenda de los juegos e ícono de la industria de los juegos de mesa en la segunda mitad del siglo XX. En 2007, la familia Sackson cedió a The Strong National Museum of Play, más de 300 prototipos de juegos y diarios personales de Sid Sackson que hoy nos presentan el alma en borrador de este gran diseñador cuyos juegos y mecánicas novedosas son fundamentales para comprender la explosión de eurojuegos como Los colonos de Catán (1995) durante la década del noventa y casi al mismo tiempo que el auge de los videojuegos. La historia de Sid Sackson y su legado siguen vivos e iluminando aún numerosas propuestas de juegos de mesa modernos donde late el ingenio, la sutileza y la elegancia de este apasionado diseñador.
Enlace para acceder al portal web de Sackson:
https://sacksonportal.museumofplay.org/s/sackson-portal/page/welcome
Por Nicolás Martínez Sáez
Nota publicada en el diario Ámbito, Buenos Aires, Argentina: https://www.ambito.com/opiniones/juegos/quien-fue-sid-sackson-el-infatigable-creador-mundos-ludicos-n5307749